¿Alguien hizo pública una imagen íntima tuya sin tu autorización?, ¿Estaba reservada solo para tí o alguien más y ahora es de dominio público? ¡¡¡Qué enojo!!! Amiga, estamos contigo. Lo que ha pasado es una grave violación a tu privacidad y a tu confianza.

Seguramente estás sintiendo frustración, ira, odio o tristeza. Quienes hemos pasado por esto sabemos lo difícil que es enfrentarlo y seguir adelante.

¿Te han hecho sentir culpa o vergüenza? Respira, que no nos engañen, eso nos quieren hacer creer a las mujeres todo el tiempo, en inglés lo han llamado victim-blaming, culpar a las víctimas.

Poner el ojo en las víctimas contribuye a la revictimización. Lejos de responder con solidaridad y justicia, la sociedad misma estigmatiza a la víctima. Cuando lo óptimo sería al nombrar la agresión y evitar entrar en aspectos que puedan o justifiquen el acto violento, que es el verdadero problema, así como poner la atención en los agresores y no eximirles de la responsabilidad que les corresponde.

Que te hayas tomado la foto en primer lugar no te hace culpable ni una persona inconsciente. Si decidiste hacerlo libremente, por diversión y sin ser forzada o presionada por alguien más, bien por tí, eso significa que eres consciente de que tienes el derecho a tener una sexualidad gozosa.

No hay nada de malo con la expresión sexual a través de las tecnologías, el problema es que los cuerpos de las mujeres están constantemente bajo el escrutinio ajeno y son vistos como un botín para el consumo. El problema es que la filtración de estas imágenes está siendo utilizada como una forma de degradar, avergonzar y condenar a las mujeres.

Recuerda amiga, no es tu culpa. Ejercer tu sexualidad es un derecho, compartir una foto sin consentimiento es violencia.